domingo, 20 de diciembre de 2009

La Criollaza

Estaba leyendo uno de esos libros que nunca acabo cuando el cel' irrumpió mi cuasilectura con sus zumbidos. Era LA MaZdA. Sí, dizque yo había quedado con reunirme con ella a esa hora, y comeríamos juntos. Pues no contesté al instante porque la deleznable timbró en hora de clase, y aunque terminamos ese día antes de la hora, no se lo había perdonado...

En fin... le di la chance y hablamos. Bueno, ella hablaba, y le dije que estaba en la cafetería central.
Ella, naturalmente, siempre "acorde" a mis urgencias me proponía la otra cafetería. Pues simplemente me zurré en sus pretenciones y le dije que no tenía yo de otra. Que se aguantase los diez minutos que necesitaba para tomar el almuerzo.

Así acaso quedamos... La cosa es que llegué a donde ella estaba y observaba como solicitaba una transacción _digámoslo, 'taba misia_ y ya fuera de quisio le dije que la esperaba afuera. Así, vi convencer al pata que con cara de desconfiado sin opción le entregó (quién sabe) su pasaje.

Ahora ya tenía las monedas para que me pague el viaje al real sitio _puerta de sus ansias o mejor, de sus frustraciones? No hubo roche por el detalle, más bien me enteraba de que la susodicha poseía un instinto tan limense de supervivencia que gracias a "Caesar" me fue revelado... Su criollada.

Dizque no hubo ni un asiento ocupable en el comedor ese y estaban los dos viéndose las caras cuando LA MaZda vio la ocasión oportuna de dar rienda suelta a su naturaleza. Sin asco quitó una mochila de una silla, acaso ya reservada, y la puso en la mesa... Se sentaron y comieron... Oh sorpresa! el pata regresó con su bandeja y el shock fue tan patético que según me cuentan su rostro chillaba por un "TRÁGAME TIERRA". Como sea, lo más repugnante de esta anécdota fue que LA MaZda se sintió triunfadora, cual matrona romana sin paltas ni nada. Qué poca!

Como siempre parece "el mundo al revés". Al final creo que la entendimos más "Caesar" y yo. Era su instinto de supervivencia, su propia ley natural. Esa misma que hace del "a quien se fue a Barranco" un vencido en la ineludible y constante lucha por mantenerse en pie en este pequeño espacio llamado... comedor?

Sea lo que fuere, sí que LA MaZda trascendió las, ya tal vez, obsoletas barreras morales que siempre pesan más que una mera mochila; y valen, siempre, más que el monse menú del día.

Vaya hazaña...

Setiembre 2008

Reunificación casual

A los siglos que se reagrupó el acaso primigéneo trío más angurriento de todos. Quién sabe. Y tal vez mejor no saberlo jamás. Solo nos queda respirar el aire con el ignorado deseo de no aspirar exhalación ajena alguna...

De pronto una horrísona palabra, mi nombre en sus cuerdas, oigo chillar a lo lejos _cerca a la virgencilla. Era pues LA Magda, inconfundible entre las enredaderas que acicalaban la imagen venerada. Habría sido mejor partir sin mirarle?

Al final sucumbí ante tanta insistencia de los casuales encuentros (al menos eso me parece) y eché las suertes a su lado, bueno a sus lados... No sé. Comenzamos por ambos frentes a hacerla trizas mientras ella sabía que como deporte nacional solo le quedaba ser una atleta y de las buenas.

Echando a rodar las horas la acompañamos a devorar sus tallarines, recomendados por mí. Y comenzaron a fluir, a resurgir aquéllos días de "T" e inicios falsos de semana en los que sentados en sillas de playa bajo el cielo nublado hablábamos de nada, de nuestras ilusiones, de nada, de nuestros deseos, de nada, de nuestras metas... de nada.

El tiempo se detuvo, entre los fideos cortados incisivamente y el cerdo manoseado. Luego de tanta "nadería" nos zurramos de nuestra conversa y aunque no cantamos la melosa tonada de la fruta acaso halloweenezca no hubo ningún rastro nuestro en esa mesa vacía solo los tantos platos que se confundían con los otros... Te habré dicho adiós?

Setiembre 2008

¿A dónde iré a parar?

Entre la turbulencia porqueriza, pues me quedó por darme de vaguerías, pero ya no creo que este estado lo pueda sorportar más.
Volver, no quiero que sea mi culpa, pero lo haré.

Tintinea la mañana con tímidas campanas que parecen vegetales, pero en fin. Ama llakiitsu. Imaparaq tsaynawmi kaykaa... Maytataq aywaykaa?

Octubre 2008

Puno star

Ni un quinto rodó al terminar su festín. Mesa suya llena de manjares solo desde cerca mirados por mí y camaradas...
Según las antiguas remembranzas no esperaba que sonase siquiera un misérrimo real... Qué míseros, jajaja. Al menos sembraron en mí aquella semilla que alguna vez dejara ya sentada la tierra etérea que en mi corazón flameaba.

Eso fue en esas épocas de felicidad nostágica llenas de colores bajo un cielo 'frío', olores a panecillos amistosos, aromas a plantas quemadas... Mi eterna vecina delante mío cual guía en la confusión que reina emocionante. Perderme un deseo para respirar más de esos secretos dulcísimos. Matracas chillonas que me hacen reir. Veo diablos felices marchando en desorden, sin nadie que les grite. Mujeres con máscaras de polvo que sí marchan a un misterioso compás que no he oído antes.

Me estoy divirtiendo, todo tiene ahora sentido. La puerta de madera carcomida es la entrada a un gran pampón. Todos están sentados alrededor y hacia arriba... Comen sus pachamancas, saborean los camotes y beben un líquido espumoso. También hay cajas de cerveza... Todos esperan alrededor de la pampa, no sé que será, pero sí que debe ser algo grande. Para mi mala suerte ya se hace tarde y mi vecina no tiene más tiempo. Tengo que irme con ella.

Ya se compró dos estampitas de la virgen. Me da sueño su voz, despierto para bajarme del carro. Ahora tengo que hacer mis fichas toda la madrugada. Nadie sabe lo que es eso. Solo mi profesora... En fin, ahora puedo dormir. Esa música había sonado siempre, y el Huaracino fue el escenario de una morenada su entender.

Octubre 2008

Rayos de Aurora

Aunque con el tiempo a cuestas de lo que debió haber sido, pude llegar para con cal signar solo los caminos. Caía el polvo de entre mis manos ya acostumbradas por su tardanza.

Así con esa disposición andaba pero, de pronto, me detuve. Era un pequeño recuerdo que se distinguía en el gris del suelo. Con sus alas tan naranjas como aquel pasado. Con sus líneas tan oscuras como ese olvido. La mariposa de oriente que descendía en verano yacía frente a mí. Sin vida, inerte como la hoja seca del falso otoño...

Brotó terneza que copó mi espíritu, pues por ella alguna vez sentí la voz lejana. Ese eco que solo oyes cuando lo mereces. Y creo que un niño siempre lo merece. Fácilmente, en su coraza, se unió a mi pretención. Pese al tiempo, a la distancia, todo fue natural. Era simplemente hermosa.

Pero al atardecer, mis deseos de darle una segunda vida fueron derribados por un universo paralelo... Despintada brutalmente por una nueva inocencia, pude verla sufrir más, ya sin vida, ya sin dolor...


Otra forma de ver la estrella, otro modo de echar la cal.








Agosto 2008

La primera reunión lo fue para mí

Desde hacía tiempo sospechaba un aprecio de todos por los detalles que, al parecer, podía observar. Lastimosamente (para mí) solo fue un espejismo. Quizás aquellas ganas de creer que todo es armonía y goce. Jaja. Nunca es posible tal anhelo lograrse. Al menos en el corto plazo, que en sí, tuve entre mis manos.

Al final ni las copas que contenían el alcoholizado encanto sirvieron para aminorar las puñaladas que sentí. Encanto para el común de la humanidad, digo yo, porque para mí solo es líquido de extraño dulzor. En fin... Palabra tras palabra, lograba concederme una distancia cada vez mayor la que había creído como una posibilidad en el peor de los casos. Había sido simple sombra en su registro personal? No lo sé ahora. Pero en ese instante sentí que en efecto lo era.

Por otra parte, me impactó la impavidez que poseían, si no, todos los presentes. Casi nadie se admiró de aquéllo por lo cual yo me hubiese dejado engatuzar. Extraño!, ciertamente, pero también cierto es que esa extrañeza que me causaba, hizo surgir en mí un temor por lo que en verdad pudieran ser mis apreciaciones personales. Sería, tal vez, que yo era el de visión poco común... Qué extraño, pero tal vez suene presuntuoso y al mismo tiempo en propio detrimento.

Al final, aquel temor solo fue breve pues mi conciencia camufló inmediatamente los espasmos reflexivos que comenzaban a brotar. De no haber sido así, el descontrol hubiese reinado y no quería ser su súbdito de nuevo. Seguramente el temor fue futurista y no fue causado por la propia sensación de sentirse ajeno sino por el retorno de las molestas formas que me envolvieron en el pasado. Un pasado tan constante en su apogeo que me pareció infinito.

Pero como todo tiene su final, así sucumbió el pavor junto con la falsa eternidad de aquellas épocas.

Total, pensar que fue una mera conversación de optimismo económico resultará siempre más sano para mantener constantes los lazos que formare.

Agosto 2008

Zitlalin in memoriam

No quiero que estés triste.

Moztla, keman newatl nionmikiz
amo kaman ximokwezo.
Nikan, okzepa nikan nionwalaz
kwaltzin witzitzilin nimokwepaz.

Zoatzin, keman tikonitaz tonatiw,
ika moyolo xionpaki.
Ompa, Ompa niyetoz wan totahtzin
kwaltzin tlawilli nimitzmakaz.


Mañana, mañana que yo muera,
no quiero que estés triste.
Aquí, aquí yo volveré
convertido en colibrí.

Mujer, cuando mires hacia el sol
sonríe con alegría.
Allí, allí estaré con nuestro padre,
y te enviaré hermosa luz.


Acaso engañados vivimos de una luz por nos tan solo recreada...

Un verdor tenue suspirado.

Es difícil dejarse llevar por el viento, sin que resistas, de algún modo, la onda llaga que aún persiste. Un espejismo que nos llevaba a cualquier parte que queríamos. Nada más extraño que lo real. La cuadrada etiqueta que mancha la naturaleza de lo existente en el mundo.

Me pienso interminable en lo complicado de mi historia, pero siempre olvido que no soy más que el tiempo. Quizás la luz de mañana animará mis pasos. Y yo estaré confundido como ayer... Sabiendo ahora que descubrí dulce armonía, no será así cuando despierte.

Agosto 2008