
Aquella polvorienta relación de extirpaciones encendió esa antigua pasión por lo oculto que mi espíritu había olvidado. Una gran persecución a lo desconocido. Cada línea poseía un horripilante encanto, que motivaba mis ansias de continuar, pero la interpretación de las palabras incitaban a mi espíritu a detenerme.
Esa relación aún existe, y aunque olvidada la estimo. Mientras las arañas (acaso "pakcha") en estos lares a algunos matan. Por ello no sé si glorificar su presencia o destruir sus instintos. Al final solo la atrapé, eternamente si lo permiten.
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