jueves, 1 de noviembre de 2007

Pavor Animal

¡Qué patéticos!, nadie les va hacer nada (al menos por ahora) y huyen despavoridos hacia no saben dónde.

Y yo a esta parte sin novedad más que reconocer que fueron patrañas baratas las que dio el tal pronosticador. Todo embuste, aunque dizque fue él quien le atinó en el último incidente.
Creyéramos...

Solo confío en que el horror que sintieron es parte de su naturaleza y que renegar de ella es en parte renegar de sí; mas no podemos tener ello en claro del todo, pues si uno escindiese dicho instinto (como natural supuesto) no sería menos ser que el que le rodea.

Tanto barullo... Si en realidad son miles que con vistas gordas miran nada y con extrañas coincidencias suprimen los ojos ajenos que parece que algo vieron.

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