viernes, 2 de noviembre de 2007

Artificio... ¿del cuidado?


Todo lo que dices, ...., es nada, completamente nada. Quizás te quieran matar, pero, eso que tiene de novedoso o cotidiano. ¿Qué más da si te hacen pedazos o las gotas de tu sangre salpicada en el pavimento hayan brotado insulsamente de tu ser?
Dices que te quieren destruir, profetizas el fin de otros, pero, como dije, no dices nada. Solo nos queda esperar ese día temido tal vez por ti en gran manera y ver degollar, por doquiera, ideales mil que de eso solo tienen el sueño. Todos provenientes de ilusas pretensiones.
No irán más allá de lo que ansían, y no me alegra decirlo, es más, quien puede garantizar que lo que escribo con ánimo decadente es realmente mi sentir consciente... Solo nos queda divagar en farragosas argumentaciones que mucho estorban el natural entendimiento, que en verdad, corroe el común sentido. Fuera mejor deslizarse de los trajes cotidianos que encapsulan tu pensar y no permiten ver lo que está detrás tuyo.
Ensimismamiento chalado, apenas fronterizo, quién sabe portentoso aliño de sonsonete desapacible. Y no lo digo yo, pues en verdad no me molesta el retórico artificio, sino que no dices nada y pareciera ser que posees un acervo ineluctable, pues tu porfía demuestra la seguridad de tus adentros. Es esa tenacidad que llega a causar espanto, pero orientado a la desazón, no al susto "per se". Al menos puedes estar en paz con tu conciencia por demostrar tus sendas apreciaciones de acuerdo a tu denigrado, repugnado y aborrecido contexto. Sí, lo digo con sus ocho letras, aquél que tanto detestas y te indigna. Pues siempre buscas oportunidad para hacer añicos al relativismo.
En fin, son solo mis modestas apreciaciones, quién sabe si mañana se tornarán azules...

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